DE LAS RAZAS EN MC
MC es un universo multirracial y multicultural. El Imperio de
Balús, donde centramos nuestras aventuras –y que incluye las zonas de frontera-,
es un imperio dominado por la raza humana, pero junto a ésta conviven decenas
de diferentes razas, con mayor o menor presencia en el territorio.
El Gran Filipo, consciente de la necesidad de cohesionar un
Imperio que soñaba con extenderse a todo MC, favoreció la integración de las
diferentes naciones, razas y culturas que iba absorbiendo -muchas veces por
propia voluntad- en el seno del Imperio. Sus habitantes no suelen establecer
diferencias entre ellos más allá de enorgullecerse de sus orígenes, y se
consideran “balusíes” por encima de todo, y devotos de Solar. Una vez que el
Emperador abraza un territorio, todos los habitantes son considerados sus
hijos, con iguales derechos sobre el papel.
Que la mayor parte de los cargos administrativos y militares
sean ocupados por humanos se debe al hecho de que se originó a partir del
antiguo reino de Balús, un reino formado casi exclusivamente por humanos, y el
Imperio aún es joven.
Así pues, muchas otras razas o culturas habitan en el seno del imperio. Algunas habitan en territorios muy concretos, como los draguenos de los pantanos del Este, o los focs de las Islas de Plata. Otras se han expandido, si bien en menor número que los humanos, a lo largo y ancho del territorio, viviendo junto a los humanos en casi cualquier rincón del Imperio, como los Serami, los Corcovados o los Pecs.
Más allá de los límites del Imperio se hallan otros reinos,
razas y culturas pero de éste y de otros asuntos hablaremos más adelante.
DE LA IGLESIA DE SOLAR Y LA DOBLE SINGULARIDAD DE LA RAZA
HUMANA
El Emperador es la encarnación de Solar en la tierra. Solar
se manifiesta exclusivamente a través de los descendientes de Balús,
concediéndoles un poder que todos creían que había abandonado la faz de MC
desde que los dioses fueron derrotados por Solar hace milenios. Cuando Solar se
reveló a Balús, bisabuelo del actual Emperador Carlos, fue porque había nacido
el único hombre capaz de manifestar su poder en la tierra. Alrededor de la
figura del Emperador se construyó la poderosa Iglesia de Solar, que ha hecho
posible la gloria del Imperio.
La Iglesia de Solar se considera a sí misma instrumento y
signo de la unión íntima del Imperio con Solar y de la unidad de todas las
razas de hombres que pueblan el mundo, por cuanto se declara fundada y en
completa comunión con el Emperador y sus descendientes, encarnaciones de Solar en
este mundo.
El Emperador tiene la facultad de entregar parte de su poder
a otros hombres: los Consagrados; hombres y mujeres de especial virtud capaces
de actuar de recipiente del inmenso poder con el que el Emperador ha sido
ungido. Estos consagrados gozan durante un tiempo limitado de una fracción del
poder de Solar y lo tamizan para que se manifieste de diferentes formas, según
la virtud de cada consagrado. A los valientes, los dota de la capacidad de
emplear poderosas armas que encierran parte de su poder devastador; a los
sabios, les otorga el poder de ver el futuro, de curar el cuerpo y el alma o de
entender los misterios de la naturaleza.
El hecho de haber elegido a la raza humana para encarnarse se
debe a que fueron concebidos en el origen del mundo directamente en su seno y
les otorgó una doble singularidad:
La capacidad de manifestar el poder de Solar es la primera
singularidad de los humanos, pues el poder de Solar no se manifiesta a través
de ninguna otra raza.
Que tal manifestación de su poder cambie según la virtud del
humano que actúe de recipiente, es la segunda singularidad de la raza.
Tan sólo el Emperador tiene una tercera singularidad, ser el
único capaz de recibir el poder directamente del Dios.
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